Nuestro vehículo debemos cuidarlo, y muchas veces sin darnos cuenta realizamos una serie de actos que pueden dañarlo más de lo que pensamos, e incluso lo que pensamos que es mejor para ahorrar combustible se vuelve en nuestra contra dañando otras piezas como el motor.
Te mostramos los 5 malos hábitos más frecuentes y por qué lo son:
1 . No reducir la velocidad al aproximarnos a un badén
Los badenes o “guardias tumbados” son un elemento de circulación colocados en la calzada para reducir las velocidad de los vehículos en zonas urbanas.
Las dimensiones de estos badenes, sobre todo en los aspectos de altura están regulados por leyes donde deben tener una altura de 10 centímetros y una longitud de 4 metros con dos rampas.
En algunos casos estas medidas no corresponden con la realidad los badenes urbanos, por ello es importante que reduzcamos la velocidad a la indicada, generalmente 20 km/h, para evitar que nuestros neumáticos y los bajos del coche sufran algún daño.
2 . Parar el motor de golpe tras un viaje largo
Tras un viaje largo el motor de nuestro vehículo, bien sea una moto o un coche, necesita una especie de periodo de descanso progresivo, similar al que nosotros hacemos después de realizar algún deporte, denominándolo como un estiramiento.
Esto se debe a que si apagamos de golpe el coche y por tanto el motor, algunas partes como el eje del turbocompresor pueden quedarse sin lubricación por la alta temperatura al carbonizarse el aceite. Por ello se recomienda que se deje el motor arrancado entre 1 y 2 minutos cuando se detenga tras un recorrido largo en autopista.
3 . Circular en marchas largas si el motor está poco revolucionado
En muchas ocasiones priorizamos en ahorrar combustible de nuestros vehículos recurriendo a circular en marchas largas para que las revoluciones sean menores, pero no somos conscientes de que ese ahorro puede suponer un daño mayor en el motor, provocando un desgaste excesivo e incluso roturas, por que se produce mucha carbonilla que se acumula en los filtros de partículas, catalizadores y válvulas.
Por ello es importante que lleves el vehículo en una revolución próxima a su máxima para evitarlo.
4 . Estacionar demasiado cerca de los bordillos
Bien es cierto que no debemos aparcar el vehículo a una distancia desmesurada del bordillo ya que podemos interferir en el tráfico, pero pegarnos demasiado a los bordillos al aparcar o subir nuestra moto a la acera por un bordillo sin cuesta puede dañar nuestro vehículo.
Esto se debe a que los bordillos suelen tener un flanco cortante, lo que araña nuestra llantas, pero además un “bordillazo” puede dañar la dirección, el equilibrado de los neumáticos y los amortiguadores.
Así que ¡ojo con los bordillos al aparcar!
5 . Dejar pisado el embrague al parar
En atascos o en los semáforos muchas veces de manera inconsciente dejamos pisado el embrague con la primera marcha metida para avanzar con mayor rapidez cuando haya movimiento.
Pero este es un error, ya que no solo estamos gastando más carburante sino que se están produciendo fricciones internas, lo que provoca un sobreesfuerzo a nuestro vehículo mientras perdure la acción.
Por ello siempre que detengas el vehículo pon punto muerto y suelta el pedal de embrague.
